EL ARTE DE REGENERAR BATERÍAS
Nuestra vida diaria se rige por multitud de equipos e instalaciones que funcionan utilizando baterías, que debido a su composición química son altamente contaminantes. Así, deshacerse de ellas es un gran desafío para el medio ambiente.
Y, debido al todavía alto número de vehículos que circulan por nuestras carreteras, una de las soluciones con mayor efectividad para afrontar este reto tiene nombre: regenerador de baterías.
¿Qué es un regenerador de baterías?
En pocas palabras, se trata de un aparato que usa la tecnología apropiada para recuperar la capacidad de la batería para almacenar energía al romper las capas de cristales de sulfato acumuladas en su interior, logrando alargar su vida útil.
¿Por qué regenerar baterías?
¿Sabías que al prolongar la vida útil de una batería se reduce el impacto medioambiental, puesto que en su fabricación se utilizan metales pesados muy contaminantes?
Los gestores de residuos recogen un enorme porcentaje de baterías desechadas y las reciclan, recuperando así una gran parte de los materiales usados en su fabricación.
Sin embargo, en dicho proceso de reciclaje se consume una elevada cantidad de energía que podría reducirse. Por eso aquí entra en juego la regeneración de baterías.
Gracias a ella se puede incrementar la vida útil de las baterías y, por consiguiente, reducir el número de residuos.
¿Cuáles son los elementos contaminantes de las baterías?
Generalmente, las baterías actuales se componen de distintos materiales altamente contaminantes como el zinc, el cadmio, el mercurio, el antimonio, el ácido sulfúrico, el plomo, etc.
Eso sí, al hablar de baterías, realmente se hace referencia a los acumuladores de energía, que abarcan desde las pilas de uso doméstico más pequeñas hasta los bloques de elementos que forman las baterías industriales de alta capacidad.
Hay que tener en cuenta que los efectos de las pilas en nuestra salud son variados. Así las cosas, en función de la cantidad y el tipo de metal que llega a nuestro organismo, pueden causar distintas dolencias como las siguientes, entre otras:
- Cáncer
- Anemias
- Lesiones pulmonares
- Disturbios hematológicos
- Disfunciones renales, hepáticas y respiratorias
- Malformaciones
- Dermatitis
- Dolores estomacales
- Disturbios en el hígado
- Necrosis de la médula ósea, hígado y riñones
- Daños a la piel
- Malformaciones o anomalías en el feto
- Disfunción en el aparato reproductor masculino
Para hacerse una idea de la importancia de la regeneración de baterías, hay que tener en cuenta que se estima que, por poner unos ejemplos, una pila de mercurio puede contaminar unos 600.000 litros de agua o una pila alcalina unos 167.000 litros de agua.
De este modo, ¿habría que dejar de usar pilas? Al menos de momento no, hasta que se cuente con una tecnología que las reemplace y no contamine tanto. Tiene toda la lógica del mundo.
Y es que el problema surge al desechar las pilas con el resto de residuos, ya que por no utilizar un regenerador de baterías, acaban en vertederos y pueden exponerse a incendios y reacciones químicas sin control que afectan a las capas de agua, al suelo y al aire.
Lo habitual es que pierdan la carcasa y su contenido se vierta, contaminando las aguas subterráneas y el suelo y entrando de lleno en la cadena alimentaria natural. Además, al incinerarse se producen elementos tóxicos volátiles que contaminan el aire.
¿Cómo es la regeneración de baterías?
El paso del tiempo, el uso continuado, la falta de uso o incluso las inclemencias meteorológicas inciden en el rendimiento de una batería. Así, al aplicar un programa de regeneración se puede duplicar o incluso triplicar su vida útil.
Regenerar una batería implica llenarla de carga química y eléctrica. ¿Y cómo se logra? Con el aumento de la densidad del electrolito y la reducción de la resistencia de las placas internas del dispositivo para romper y diluir los cristales de sulfato pegados a las placas.
Este sulfato adherido obstruye la batería y disminuye las superficies de materia activa destinadas a las reacciones electroquímicas. Para regenerar eficazmente una batería, hay que descomponer el sulfato de plomo cristalino formado en las paredes de la misma.
Un regenerador de baterías hace una microfisuraen los cristales de dicha sustancia química y su conversión de nuevo en materia activa que ocasiona la recuperación de gran parte de su capacidad.
No todas las baterías pueden regenerarse
Lógicamente, las baterías que hayan sufrido daños estructurales, con corrosión o que una electrólisis haya reducido sus electrolitos, difícilmente podrán recuperarse. Pero, de poder hacerse, es aconsejable su regeneración previo análisis y diagnóstico.
Baterías regeneradas, una solución para preservar el medio ambiente
Al regenerar baterías se ahorra al no tener que comprar nuevos dispositivos con tanta regularidad, se reduce el consumo de electricidad y se reducen los costes provocados por su arreglo y mantenimiento.
Pero quizá lo más importante es que si se regenera una batería se contribuye a la preservación del medio ambiente, reduciendo considerablemente el consumo de metales pesados muy contaminantes.
Visto lo visto, lo que es evidente es que gracias a la acción de un regenerador de baterías se pueden reducir costes y aumentar la vida útil de las mismas, ayudando a la conservación medioambiental.