REGENERACIÓN SOSTENIBLE: EL RETO DE EVOLUCIONAR SIN PERJUDICAR AL MEDIOAMBIENTE
Hace algunos años se comenzó a hablar de la sostenibilidad y de cómo podíamos avanzar como sociedad sin seguir perjudicando nuestro planeta. Por ello, surge la regeneración sostenible que comenzó a dar sus primeros pasos con el informe Brundtland como la hoja de ruta para cuestiones futuras del medio ambiente.
Cuando nos referimos al término sostenible, hacemos referencia a aquellas cosas que se mantienen durante un determinado tiempo o adquieren un cierto nivel.
Si esto lo vinculamos a la sostenibilidad ambiental, lo hacemos para referirnos para evitar un aglomeramiento de todos aquellos recursos naturales, con el fin de mantener un equilibrio ecológico en nuestro planeta.
Concepto de regeneración sostenible
El comienzo del siglo XXInos dejó un intenso debate acerca de si el cambio climático era culpa del ser humano o de un cambio de era en sí.
Se comenzaron a realizar algunas estimaciones que arrojaban datos un tanto optimistas. Se hablaba de ir revirtiendo poco a poco el calentamiento global. Pero, después de los famosos acuerdos de París de 2016, estos datos optimistas se tornaron un poco pesimistas.
Las previsiones eran más conservadoras: se iba a pasar a mantener el calentamiento global situándose por debajo de los 2º.
Del mismo modo, el IPCC sacó a la luz un informe que coincide en las estimaciones del acuerdo de París: si conseguimos reducir las emociones, se puede llegar a limitar el calentamiento global a 1,5º.
Un gran aliado de la regeneración sostenible son las energías renovables. Son incuestionablemente la nota más positiva, pero, sin embargo, van surgiendo otras medidas que proponen la implantación de la sostenibilidad.
En este caso, la idea es pasar de la neutralidad en carbono a un impacto neto positivo en las actividades agrícolas e industriales. Desde hace muchos años no se ha tenido en cuenta el impacto negativo en lo social y ecológico, sin olvidarnos del económico.
Aparte del cambio climático y su problemática, la regeneración sostenible aboga por un mundo de recursos limitados. Se trata de educar al tejido industrial y conducirlo hacia un comportamiento semejante a los ecosistemas naturales, donde se aprovechan los recursos manteniendo el equilibrio general.
Los pilares donde se fundamenta la sostenibilidad regenerativa
La hora de ruta ya está establecida. Estamos ante la oportunidad más importante de reconstruir la forma en la que vivimos en nuestra casa, el planeta tierra.
Es el momento de aprender y a trabajar juntos en pro de un mundo más sostenible. Para conseguir este objetivo, existen tres pilares fundamentales:
- Planeta tierra: se quiere tener un impacto menos negativo y más positivo con nuestro entorno. Para conseguirlo, se necesita implementar acciones que recojan actuaciones regenerativas que tienen que ver con el clima, el viraje hacia un modelo circular, el agua o la biodiversidad con la creación de corredores verdes.
- Ser humano: parte imprescindible para generar un cambio. La justicia social y ecológica van de la mano. Para crear una sostenibilidad sólida, las instituciones y las diversas empresas deben adoptar un enfoque que posibilite abordar todas las desigualdades sociales junto con la emergencia climática.
- Gobiernos: conseguir unir la gestión de la sostenibilidad con las funciones económicas es el gran reto al que se enfrentan las instituciones gubernamentales.
Conclusión: la regeneración sostenible como el gran desafío del siglo XXI
La humanidad ha llegado a un punto en el que utiliza muchos más recursos de los que necesita para vivir y por ello, genera más residuos y la tierra ha llegado a un punto máximo de no soportar ambos impactos.
Los recursos ecológicos de los que se nutre nuestra sociedad, sobrepasan y con creces, lo que el planeta puede regenerar en un año entero. Ahora mismo faltan tierras para satisfacer, de la forma más sostenible posible, las necesidades de consumo.
Si seguimos a este ritmo, es muy probable que en 20-30 años la demanda vaya a más, seamos más seres humanos habitando en el planeta y se corra el riesgo de colapsar.
La culpa de que podamos llegar a este colapso, es la generación de residuos que no se descomponen ni aportan absolutamente nada al medio ambiente. Si a esto le unimos la gran urbanización que se ha producido en los últimos años, provocando deforestaciones e impactos negativos en los entornos.
No podemos olvidarnos de otro detalle, la economía. Vivimos tiempos de economía lineal, que provoca impactos negativos: entre más crecen los países en lo económico, más recursos utilizan y mayo es el impacto negativo en el planeta.
En definitiva, la sociedad, tanto gobernantes, como empresas y los habitantes del mundo, tiene por delante un desafío mayúsculo, donde la regeneración sostenible va a jugar un papel fundamental en el devenir de nuestro futuro en nuestra casa, el planeta tierra.