10 FORMAS ALTERNATIVAS DE MOVERSE POR LA CIUDAD
¿Aún no conoces las novedosas opciones que han surgido para moverse por la ciudad? La sociedad actual cada vez va teniendo más conciencia sobre la necesidad de buscar una movilidad sostenible, por lo que en los últimos tiempos han surgido nuevas opciones de transporte en las ciudades.
Hoy en día, las ciudades viven una transformación verde gracias a medidas y actuaciones implementadas por las administraciones para que los desplazamientos urbanos sean más eficientes, más respetuosos con el medio ambiente y menos numerosos; una tendencia que se ha convertido en una necesidad para nuestro planeta.
La expansión de las ciudades es el gran reto del futuro, puesto que se estima que alrededor del 75% de la población mundial vivirá en grandes urbes en el año 2050, un fenómeno que plantea enormes desafíos para atender las necesidades de vivienda, infraestructura, transporte y servicios básicos. Precisamente, la expansión de las ciudades dispara los problemas de tráfico y de contaminación por culpa de su peor enemigo: el coche.
No en vano, es en las ciudades donde se genera cerca del 80% de las emisiones de carbono globales. Por ello, sin duda, la solución pasa por hacer un mejor uso de los vehículos, potenciar las propulsiones limpias y fomentar transportes alternativos que no dejan de crecer y que ya esbozan cómo será la movilidad del futuro.
10 maneras alternativas de moverse por la ciudad
La situación en las grandes ciudades es tan delicada que se ha llegado a un límite en el que las autoridades, irremediablemente, no pueden permitir que circulen tantos coches privados con motores de combustión tradicionales. De hecho, se generan grandes problemas de seguridad, de salud –fallece más gente al año por problemas que se derivan de la contaminación que por accidentes–, de tiempo, de espacio –se da más sitio a los vehículos que a las personas– o económicos –además de los costes sociales hay que añadir el dinero perdido en atascos–.
1. Coche eléctrico
Un coche eléctrico es aquel propulsado por uno o más motores eléctricos, usando energía eléctrica almacenada normalmente en baterías recargables. De esta manera, un vehículo eléctrico respecto a uno con motor de combustión no genera emisiones de CO₂, cuenta con un mínimo consumo (este tipo de vehículos tiene un gasto equivalente aproximado a 1,5€ por cada 100 kilómetros recorridos), tiene una tasa de averías cercana al 0% y un mantenimiento casi inexistente, aprovecha la energía de las frenadas, monta motores cada vez más eficientes que proporcionan una autonomía más duradera, etc.
Además, estos vehículos –incluyendo en muchos casos a sus “primos” los híbridos– se benefician de facilidades en las ciudades (por ejemplo, se bonifican las tarifas de aparcamiento y el uso de cargadores en lugares públicos, pueden circular por carriles BUS y VAO…), ventajas fiscales, incentivos de compra (como el Plan MOVEA), se pueden recargar en casa… Por todo esto, y mucho más, los coches eléctricos son una gran opción para moverse por la ciudad.
2. Carsharing
Si tuviéramos que utilizar un coche solo cuando lo necesitáramos pagando únicamente por el tiempo de uso, estaríamos haciendo uso del carsharing, un novedoso sistema de alquiler de vehículos por tiempo limitado (horas, días, semanas, meses…) para disfrutar de las ventajas de disponer un coche sin que sea de nuestra propiedad.
3. Patinete eléctrico
Los patinetes eléctricos se han convertido en uno de los grandes propulsores del transporte urbano sostenible en las ciudades en los últimos tiempos gracias a la comodidad de su uso: son portables, no requieren de ningún tipo de esfuerzo, se recargan con solo enchufar a la pared… Seguro que ya has visto más de uno por la calle.
4. Moto eléctrica
Las motos eléctricas son una gran alternativa para moverse por la ciudad. De hecho, cada vez es más común ver ciclomotores y scooters eléctricos en las ciudades, tanto para servicios de mensajería como para realizar trayectos habituales y desplazamientos cortos.
5. Bicicleta
Mucha gente utiliza una bicicleta por comodidad, rapidez, salud o economía, entre otros, pero la mayoría todavía no lo hace por falta de hábito y mentalidad. Y es que para muchos, aún pudiendo hacerlo por darse las condiciones, nunca se han planteado moverse por la ciudad en bicicleta o le han visto más inconvenientes de los que realmente tiene. Tanto es así que muchos ciudadanos utilizan la bicicleta para hacer deporte, pero la descartan como medio de transporte a pesar de que cada vez hay más carriles bici en las ciudades.
6. Motosharing
Otro sistema de movilidad que consiste en el alquiler de motos eléctricas por periodos cortos de tiempo es el llamado motosharing. Este servicio funciona dentro del área de cobertura de cada compañía, donde se puede coger y dejar la moto –en muchos casos eléctrica– en cualquier punto de la ciudad para que otros usuarios puedan utilizarla de nuevo.
7. Segway
Los segway fueron de los primeros vehículos eléctricos personales que aparecieron. Desde entonces, son muchos los que compraron uno, muchas las empresas que los utilizan para su personal –por ejemplo, suelen utilizarse por los vigilantes de seguridad– e incluso surgieron empresas turísticas de alquiler de segways.
8. Hoverboard
El hoverboard se trata de un nuevo medio de transporte que ha aparecido en las calles ocupando los primeros puestos en las listas de regalos anhelados por niños y adultos. Es una especie de patinete con el que deslizarse por la ciudad de manera ágil y 100% limpia gracias a su batería de litio.
9. Monociclo eléctrico
Otra novedosa manera de moverse por la ciudad es mediante un monociclo eléctrico que se sirve del auto-equilibrado para funcionar correctamente. Es decir, simplemente con inclinar el peso del cuerpo hacia delante, hacia detrás y hacia los lados se puede controlar. Se usa la fuerza de la pisada e inclinación para moverse.
10. Transporte público
El transporte público es un sistema integral de medios de transporte de uso generalizado basado fundamentalmente en criterios de solidaridad y que es capaz de dar solución a las necesidades de desplazamientos de las personas. Considerando que se vive en un mundo globalizado donde las necesidades de desplazamientos son cada vez mayores, el uso del transporte público colectivo supone una alternativa ecológica para los desplazamientos, además de ser medios de locomoción que facilitan el transporte alejado del estrés que genera el automóvil.
Con el transporte público se evitan en gran medida las retenciones, atascos y los posibles errores originados por el desconocimiento de la zona. Indudablemente, el uso sistemático y masivo del vehículo de combustión colapsa las ciudades y las hace más sucias y ruidosas. A los problemas de tráfico que atosigan las calles y deteriora los monumentos se une la progresiva carencia de espacios de aparcamiento para satisfacer la demanda de los usuarios de automóvil privado.
En definitiva, el automóvil debería ser la última opción para moverse por la ciudad cuando no haya una alternativa de desplazamiento más razonable y sostenible. Los ciudadanos han de hacer todo lo posible para conocer la línea que mejor se adecúe a sus necesidades de trabajo, estudios u ocio e implementarla. Quizá, de esta forma, se puede descubrir un gran ahorro de tiempo en atascos y en busca de aparcamiento, dinero en gasolina, aparcamientos, peajes, etc.